Para elevar los niveles de seguridad, la Ford Ranger cuenta con un sistema de última tecnología de control de tracción. Este sistema, llamado TCS, monitorea las ruedas del vehículo y ayuda a detectar si alguna de ellas está perdiendo tracción.
De hecho, si ocurre la pérdida de tracción, el sistema interviene para mantener la estabilidad del vehículo. Además, el TCS funciona en conjunto con otros sistemas de seguridad para brindar un rendimiento óptimo en diversos contextos de conducción.
Esto se debe complementar con prácticas y medidas de manejo seguro que permitan reducir los niveles de riesgo. Por lo tanto, se combina una asistencia técnica para mantener el control del vehículo y la cultura preventiva.
El control de tracción es un sistema de seguridad activa que ayuda a evitar que las ruedas del vehículo pierdan adherencia. Lo cual puede ocurrir cuando se presentan superficies resbaladizas o aceleraciones intensas.
El TCS monitorea de manera constante la velocidad de rotación de las ruedas, para detectar si existe algún signo de pérdida de tracción. Si este fuera el caso, el sistema interviene de forma automática ajustando la fuerza del motor y aplicando freno a la rueda.
Además, este sistema potencia la eficiencia de la Nueva Ranger, al evitar el patinaje innecesario de las ruedas. Esto con el objetivo de mantener una conducción más estable y una mejor respuesta del vehículo en todo momento.
En la Ford Ranger, el sistema de control de tracción está calibrado para adaptarse a una diversidad de terrenos y condiciones climáticas. Lo que permite a este modelo robusto y versátil superar obstáculos con mayor seguridad.
Para lograr este cometido, el TCS puede implementar los siguientes aspectos:
Sensores de velocidad de las ruedas: permiten monitorear la velocidad de giro en cualquier situación que se presente. Cada rueda está equipada con un sensor para detectar cuánto está girando de forma descontrolada.
Comparación de velocidades: esta acción ayuda a detectar si una de las ruedas está girando más rápido de lo que debería. Por lo tanto, se establece como un patrón de seguimiento para que el sistema intervenga.
Acción correctiva: cuando se detecta algún signo de pérdida de tracción en las ruedas, el sistema interviene, bien sea aplicando frenado selectivo o reducción de potencia.
El sistema de control de tracción en la Ford Ranger trae los siguientes beneficios:
Mayor estabilidad: el TCS ayuda a mantener el control del vehículo al evitar derrapes y pérdida de control. Lo cual mejora la estabilidad del vehículo y permite tener una conducción más segura en cualquier situación.
Mejor tracción: con este sistema se puede optimizar la tracción al dirigir la potencia a las ruedas con más agarre. Lo que es de gran utilidad para mantener el control del vehículo al acelerar o tomar curvas.
Incremento de la seguridad: al mejorar la tracción y estabilidad del vehículo, el TCS contribuye a mantener altos niveles de seguridad. Esto con el objetivo de ayudar a evitar derrapes y pérdidas de control durante un traslado.
En definitiva, el TCS no solo potencia la capacidad de maniobra de la Ford Ranger, sino que también aumenta su nivel de seguridad. En contextos adversos, donde la posibilidad de accidentes aumenta, este sistema proporciona una capa adicional de seguridad.
La integración del control de tracción refleja el compromiso de Ford por promover la innovación en seguridad vehicular. Por lo tanto, la Nueva Ranger representa el aliado perfecto para los viajes todoterreno en cualquier momento.
